lunes, 25 de junio de 2012

MI PARTICULAR CRÓNICA DE LA QUEBRANTAHUESOS !!


A las 4.30 de la mañana sonaba el despertador y el plato de arroz me esperaba, me levante con ganas y a las 6 de la mañana ya estaba en sabiñánigo para disfrutar de la prueba cicloturista por excelencia, la QH 2012. A las 7.30 en punto sonaba el pistoletazo de salida y todo el mundo salió como si una manada de toros bravos nos persiguieran. Yo salí en el último cajón y algunos parecían auténticas balas de fogueo. Los primeros 30 quilómetros de la prueba se desarrollaron a mas de 40 km/h de velocidad media y predominaron durante todo el tramos de autovía hasta jaca las múltiples y multitudinarias montoneras,  cuadros y horquillas partidas, sangre y desesperación entre tantos nervios ocupaban el ambiente. 

Pasando villanúa la cosa se relajó y nos dirigimos hacia el puerto del somport un pelotón en cabeza de la marcha de unos 1500 ciclistas. Una vez pasada la localidad de Canfran estación el gran grupo se estiró cual serpiente y yo ya no divisaba ni de lejos a los que marchaban los primeros, subí tranquilo y coronaria a unos 3 o 4 minutos del primero. 

Una larguísima bajada de 40 quilómetros con algo de nubes y fresco en la parte baja nos acercaba hasta las faldas  del puerto de la marie blanque. Un puerto con rampas durísimas conocidas por todos en el que aunque intenté subir guardando fuerzas se hizo tarea muy complicada. Entre la marabunda de ciclistas coroné el puerto a 12 minutos de los primeros, la cosa no pintaba mal.

Después de una corta bajada nos plantamos en Laruns, localidad que da comienzo al Col del Portalet por el lado Francés bajo un cielo despejado y unas temperaturas muy agradables. A poco menos de un cuarto de hora de la cabeza y con 120 kms. Ya recorridos, mis pensamientos eran optimistas pero como todos los años que he participado ( y ya van 4 ) debido a mi corta preparación en lo que a fondo se refiere por la corta duración de mis pruebas de ciclismo adaptado, me esperó junto al cartel de 18 kms para coronar el hombre del mazo en persona y me dejo seco. 

Sin fuerzas y totalmente vacio agonicé hasta el avituallamiento de la presa de Artouste donde tomé la decisión de parar hasta que mi cuerpo estuviera totalmente recuperado para afrontar el resto de la marcha sin sufrir ningún calvario y tranquilamente puesto que no tenía ninguna necesidad de lo contrario.


 50 minutos de parón fueron necesarios para encontrarme totalmente nuevo y así continué para terminar tranquilamente y disfrutando del resto del recorrido de la marcha y de lo más bonito del día que como todos los años fueron los últimos quilómetros del portalet en los que te sientes como un profesional en el Tour.

El próximo año intentaré regresar para volver a jugarle la partida a mi querido portalet y puede que al año que viene le gane.

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