10 días antes del comienzo
del campeonato del mundo de ciclismo adaptado en pista, me desplacé con todo el
equipo técnico y el resto de compañeros de la selección española a la ciudad Mexicana
de Aguascalientes.
Allí estuvimos realizando
algunos entrenamientos y test previos en el velódromo bicentenario, catalogado
el más rápido del mundo y la verdad es que se rodaba muy muy rápido. También rodamos
en carretera, pero por allí el peligro de accidente era muy alto, conducen con
mucho descontrol.
Con buenas esperanzas y muy
motivado llegue al primer día de competición para mí, que fue la persecución
individual, la prueba objetivo y que más había preparado. Pero los nervios de
ser el primer mundial me traicionaron y no realicé una buena prueba, no acabe
nada contento porque entrenando llevaba mejores tiempos y ese día mi cuerpo no
rendía bien. Aún así hice 3:37:425, un tiempo muy bueno que me llevó al séptimo
lugar, pero con la rabia de poder haberlo hecho bastante mejor y estar más
cerca de las medallas que era el objetivo. Las medallas estuvieron en un tiempo
de 3:30.
Al día siguiente y ya
superado el mal trago del día anterior, disputé el quilómetro, una prueba que
no había preparado nada, pero que esperaba que se me diera bien. Marque un
tiempo de 1:09:238, una marca mucho mejor de lo esperado y a tan solo 1 segundo
de las medallas, pero repitiendo el séptimo puesto del día anterior.
Y así llegué al último día,
en el que teníamos que correr la velocidad por equipos, yo era el encargado de
realizar la primera vuelta, Amador la segunda y Alfonso cabello la tercera. Había
países muy fuertes y esperábamos poder luchar por entrar en los 4 primeros para
correr la final por el bronce, pero sorprendentemente clasificamos en primer
lugar con un tiempo de 50,3.
Por la tarde, con más de 40
grados, disputamos la final contra China, que era la actual campeón olímpica y
record mundial. Y dando de nuevo la sorpresa, conseguimos el oro y récord del
mundo con un tiempo de 49,2. Todo un sueño hecho realidad y la recompensa a
muchos meses de duro trabajo.
Asi que el balance final, son
dos séptimos puestos en las pruebas individuales y el arco iris en velocidad
por equipos. Tengo que seguir entrenando más y mejor para poder superar el poco
margen que me queda hasta las medallas, ya que cada vez viene la gente más
fuerte y hay mucho nivel.
Desde aquí quiero agradecer
a toda la gente que me ha apoyado de una manera u otra, en especial a Héctor,
mi entrenador, a toda mi familia, a mi novia que me ha apoyado mucho todos
estos meses, a todo el cuerpo técnico de la selección española y la medalla de
oro se la dedico a mi hermano Fer, que se lo merece.
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